Divorcio Colaborativo

Si hablamos de custodia, que las palabras no impidan el diálogo

Si hablamos de custodia, que las palabras no impidan el diálogo

Últimamente proliferan espacios para la gestión de divorcios significándose a favor de las llamadas custodias compartidas frente a las también llamadas custodias exclusivas donde uno de los progenitores pasaba más tiempo con los hijos de ambos.

Cierto es que uno de los puntos calientes que se suele tratar en un proceso de divorcio es el tipo de custodia que se va a dar a los hijos y no es infrecuente que los progenitores se enroquen en unas posiciones desde las que defienden una custodia llamada compartida o una custodia exclusiva de uno de los progenitores con visitas, más o menos amplias, para el otro progenitor. Llegados a este punto, que suele traducirse en custodia compartida sí custodia compartida no, las posibilidades de éxito de acuerdo son escasas y la vía del tercero que decide (Juez en proceso judicial o texto legal) suele ser el camino que se utiliza para poner fin al debate.

Desde este espacio nuestra propuesta, ante este tipo de situaciones de bloqueo donde parece no haber salida sin que uno pierda y otro gane, lo que proponemos es dejar de lado las palabras. Consideramos que en estos casos, más que ayudar, las palabras (custodia compartida versus custodia exclusiva) nos alejan de lo que realmente interesa y necesitan las personas que están en ese proceso de divorcio. Y lo que proponemos es un paso atrás, un dejar atrás conceptos jurídicos que están en la calle y sobre los que es fácil hacer bandera y lucha. Volver a lo que nos interesa, a cómo organizar la vida de nuestros hijos y las nuestras propias a partir de esta nueva situación de vida que propone el divorcio. Hablar en términos de organización del tiempo y del espacio, de lo que hacen los niños y lo que creemos que es mejor para ellos, de lo que podemos darle y de lo que no podemos darles, de seguir creando y manteniendo un equipo de padres aún cuando la pareja quede rota, de las cuestiones del día a día, etc.

Para a partir de ahí, de vuestro caso particular llegar a un tipo de organización, a un tipo de custodia si queréis llamarlo así, que se adecúe a vuestra situación, y donde los calificativos de compartida o exclusiva no tengan porqué tener una cabida y caso de que la tengan ello obedezca a un contenido real creado por y para vosotros y vuestros hijos e hijas.

Y si algún otro calificativo queréis poner a vuestra custodia (no serán pocos los que os pregunten por el tipo de custodia, esperando respuestas del tipo compartida/exclusiva) que sea el de consensuada; porque mucho más importante que el contenido de la custodia (siempre cambiante a lo largo del tiempo) es el camino que habéis recorrido para alcanzarla, y si este camino viene desde la colaboración y el consenso las posibilidades de acertar y de dar lo mejor a vuestros hijos e hijas se habrán multiplicado exponencialmente.

Bueno, lo dicho que no nos líen las palabras y no acaben con el diálogo.

salud !!!

DC Taldea